Guatemala
Mira qué anchas son tus fronteras, Guatemala mira qué altas tus montañas que desde donde estoy las veo a diario y dibujo en mis cielos tus rojos atardeceres. No me bastan en las mañanas los recuerdos que a veces al dormir aún te sueño veo imponentes tus volcanes, tus ríos fríos, tus mangos, tus jocotes, tus albañiles. Mira qué grande eres, hasta donde estoy casi oigo la bulla de tus mercados, oigo el azadón en la tierra y la olla burbujeando. Me haces tanta falta pero eres también tan mía... que te escucho en los cantos que canto, en los poemas que recito, en las palabras anglosajonas que se me enredan en la boca cuando hablo. Aquí estás conmigo, Guatemala y tu nombre es como grito ahogado, porque al nombrarte siento que me llaman y siento confundirse tu gracia y la mía. Mira qué ancha eres qué maravillosa y qué fuerte el poder de tu dominio que aún en tierra de nieves blancas y días de otoño, te sigo suspirando, mi primavera.