Madrugada
La mañana me abrazó de golpe, y me sentí otra. Al fin pude ver de frente las sombras del pasado que huían. Mi lamento cotidiano desentonaba. Las azules quejas de haber perdido el cielo, se diluyeron tanto con el recuerdo vivo que las creí ser uno. Todavía veo cómo mis dedos se entrelazan con lo que queda de la noche y no quieren dejarse ir. Fui yo quien sostuvo este invierno. El sol que pasó no es el mismo que vuelve Pasó. En mi oscura melancolía deseché mil soles... cerraba con fuerza mis ojos para continuar mi lamento. Esta madrugada es tan brillante que no sostuvo lucha contra mis párpados dormidos. Esta dulce estrella amaneciendo... Han pasado mil soles desde el día que quise guardar en mi memoria. La oscuridad a la que me aferraba no era el suspiro del atardecer que creí recién pasado... era el mío, era mi cárcel, era mi noche en la que creí poder volver atrás el tiempo. Este sol también pasará así como han pasado tantos otros....