Acerca de Ella (La Historia)

Observé detenidamente... se deslizó entre mis neuronas de forma exquisita, la podía sentir palpitando en mis venas. Esos eran días rojos, días verdes y de poca luz. Por otro lado eran días gloriosos, días honorables y llenos de sabiduría.

Ella me habló; me habló con curvas y dinteles, con arcilla y rajaduras, con madera, con corceles, con caminos empedrados y con fuentes.

Ella me miraba y despertaba conmigo, me sorprendía. Caminé a sus anchas, escuché a sus portavoces. Ella tejía, ella teje.

Y le canté a la luna, al arco, a la fuente, a las luces amarillas de esos días rojos y verdes... y escuché el silbido y caminé por los mismos pasos, y toqué aquella pieza de antaño y sentí ganas de amarla.

Respiré hondo y me llenó de orgullo. Me coloqué en la delgada línea que la divide de este presente continuo que me persigue, y quise contenerla, retroceder a esos días, a esos días de guardacantones y frailes, a los escudos de armas, a los colores, al barroco de la fuente, al preclásico de antaño, a la arcilla, al barro, al jade y al cacao.

Ella cantaba, ella teje, ella me sorprende, ella se alimenta a cada segundo -me siento pequeña- ella la infinita, la gloriosa, ella contiene todo el misterio y espera a que yo lo conozca. Ella se entrega y todo lo esconde.

Eres hermosa... triste a veces, misteriosa y estás herida, pero sin duda eres increíblemente bella.

Comentarios

  1. Este escrito es preciosa, Bera.

    Te felicito por el juego de palabras y por la poesía que nos regalaste a quienes te visitamos.

    ¡Gracias por visitar mi blog!

    Un beso grande desde Buenos Aires,

    Pablo

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