partida...

Y la luna que lentamente se movía, frente a aquel augurio azul y obtuso, mientras suspiraba sombras el poniente... Y la raíz de los árboles secos se desplegaba con el silencio.
Eras la estrella intermitente del Este, Tú, que de sosegada forma calmabas mis momentos y me hacías grande...
"Jamás" expresaron mis labios.
"Jamás de nuevo en el mismo lugar". Pero mi corazón entre súplicas...
Yo misma calmaba el anhelo oscuro de quedarme.

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