Gerardo / Cuentos de calle.
Gerardo tiene 13 años. Sé que debió haber sido el dolor de cabeza para cada maestra que tuvo, hasta tercer grado (que es donde supongo que se quedó). La primera vez que lo vi fue en una esquina. Estaba a punto de cruzar la calle conmigo pero aún no nos favorecía el color del semáforo. Sus ojos saltones me encontraron y pensé que iba a robarme. No supe qué hacer y le sonreí. Cruzamos la calle juntos y, al llegar a la esquina escuché que la señora de los panes le gritaba algún regaño. Actué como si no me importara. Él alzó la mano, gritó alguna cosa como “¡sí hombre!” y continuó caminando a la par mía, a unos metros. Supuse que era el conocido… el chico que todos odian, que le trae problemas a todos, pero el que saca las más sinceras sonrisas también. “Es que cuesta va seño” me dijo de repente, fue peor que asaltarme, tampoco supe qué decirle. Sus ropas estaban sucias hasta el alma, lodo sobre tierra sobre manchas, sus tenis que alguna vez fueron parecidos a los tacos de al...