Magnesio
Cuaja la noche
y a la entrada del frío
me visita un solo deseo:
hablar contigo
y reirnos al viento
como lo hicimos
cuando éramos libres.
Cuaja la noche
y a la entrada del frío
me visita un solo deseo:
hablar contigo
y reirnos al viento
como lo hicimos
cuando éramos libres.
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